The Beatles Colombia

Para esos que nos sentimos como en Pepperland, hablando con la morsa, viendo al Sol salir, observando la lluvia caer, sentados en un jardin bajo el mar, recordando la noche anterior, diciendo que ella te ama. Y cuando la banda empieza a tocar, y si al final del tobogan quieres volver a la cima, alli sabras que todo lo que necesitas es AMOR.

lunes, 30 de abril de 2012

Una Carta One Shot Ringo/___

Estiró el papel sobre la mesa, alargó su brazo y alcanzó una pluma. Devolvió su mirada a la hoja blanca de papel y empezó a escribir. Su mano seguia sola, sin necesidad de ayuda alguna daba trazos apenas entendibles, donde rezaba casi entre una sopa de garabatos "I Love You". Siguió penetrando más y más en sus pensamientos, cuando notó extrañado lo que acababa de hacer. La hoja estaba cubierta, casi completamente, de una sucesion de tres palabras, una tras otra. Soltó la pluma con exasperación sobre la mesa, creando así un choque brusco del metal y la madera, una nota tan baja, que aplacaba debajo de su sonido la odisea que su mente estaba obligada a soportar esa noche. Arrugó el papel en sus manos y lo botó en la cesta que habia tejido Cynthia para la familia. Lo habia hecho de nuevo, habia vuelto a caer en la trampa de sus ojos, enmarcados entre sus finas cejas y su lisas sienes; adornado por sus pestañas tan oscuras como su cabello mismo, oscuro como las cenizas del cigarrillo que reposaban humeantes a su lado. ¿Que hacia que una mujer como ella, tan desaliñada a ojos de cualquier hombre, que rompía cualquier márgen de belleza estipulada por esta sociedad de machistas insaciables de curvas y atributos prominentes, hubiese podido sostener en un delgado hilo su corazón tan frágil? Sacó la hoja de la canasta y la estiró en sus manos. La aprisionó contra su cuerpo y suspiro...¡Que maravilla! Pudo ver sus ojos, su delicada figurita; pudo sentir su voz y su aroma, pudo acariciar el paraiso. Sonrió para sus adentros y la recordó en su mas espléndida forma. "Richard, déjala. Ya no pienses más en ella" Se dijo a sí mismo mientras cogia otro papel y comenzaba a escribir de nuevo. Volvió y repitió las mismas palabras de hace un rato, pero esta ocasión, solo una secuencia, un "I Love You" grande y en medio de la hoja blanca. La pluma goteó un poco de tinta al final de la frase, pero él estaba conciente de todo lo que sucedia, y se sorprendió al verla, impresa en una mancha tan pequeña, con su sonrisa traviesa y su cabello al viento; seguia viendo su imagen por todas partes y su corazón no soportaria mucho más. "Es muy jóven, y estas casado. Tienes un hijo y una esposa que cuidar. No es más que otra groupie. Es hora de que madures y actues como un hombre. Richard, te prometiste no ser como tu padre." Se repetía en su cabeza y retumbaba en sus oidos las anteriores palabras, palabras de mierda que no lo dejaban tranquilo. Agarró la hoja y se despidió de Maureen, prometiendo llegar en dos horas. Subió a su auto de marca y condujo hasta la casa de su amada. Bajó del auto y caminó hacia el umbral al frente de la puerta. Deslizó bajo ella la hojita pálida con su mensaje secreto. Escuchó al otro lado de la pared una carcajada, era ella...pero otra también se escuchó, era más gruesa, un hombre, otro que no era él. Se deshizo en pedazos bajo la luz brillante del farol. Bajó su mirada y cogió rumbo al auto, una vez allí cerró sus ojos y apoyo su frente en el volante. Lloró por largo rato, y Ringo juró que sería la primera y última vez que lloraría por una mujer.