The Beatles Colombia

Para esos que nos sentimos como en Pepperland, hablando con la morsa, viendo al Sol salir, observando la lluvia caer, sentados en un jardin bajo el mar, recordando la noche anterior, diciendo que ella te ama. Y cuando la banda empieza a tocar, y si al final del tobogan quieres volver a la cima, alli sabras que todo lo que necesitas es AMOR.

sábado, 24 de diciembre de 2011

3. Happiness is a Warm Gun. / Paul McCartney.

No estoy segura si es parte de una novela o un one shot, con el tiempo lo descubriré. Pero por ahora lo publico para que opinen y me digan si les gusto. Me fascina, por que se apega completamente a la epoca que estamos pasando, la Navidad. Espero lo disfruten. Saludos, Manuela.

Lo vi alli, de pie, junto a la chimenea. Las llamas hacían titilar los rasgos de su cara. De pronto Linda se le acerco y lo abrazo, ambos mirando el fuego pelear entre si. Mi respiración se acelero y mis ojos se cristalizaron, sabia que no debía estar allí, pero igual quería verlo, solo una navidad, la ultima en la que lo veria.
Se giro y miro por la ventana, donde estaba yo llorando y abrió los labios para decir algo; Linda pregunto con una voz cariñosa:
-Que pasa amor?
-Na…Nada, solo que he visto la cantidad de nieve que hay esta noche.-Dijo dudando mientras ella lo besaba y se iba, supongo, que a revisar a los niños.
Maldita sea! No era posible que yo siguiera allí, esperando que en algún momento el se acercara a mis labios para besarlos, no era justo que dejara de respirar, por que ya no era el aire que él repiraba, que dejara de mirar, por que ya no lo veía a el, que dejara de vivir, por que el ya no estaba en mi vida.
Senti como la puerta se abrió y de la casa salió un callado Paul:
-Que haces aquí?
-Yo…yo…-No soporte y me recosté en su pecho para abrazarlo. Lloraba y lloraba, no existía algo que quisiera hacer mas que eso.
-Dios, que he hecho contigo?-Pronuncio en un susurro mientras me abrazaba mas fuerte.
Sentía su corazón latir, su respiración calmada y dulce. Su aroma y perfume entraba por mi nariz, haciéndome recordar todo lo que habíamos pasado juntos. Lo separe y lo mire a los Ojos.
-No sabes lo mucho que te he extrañado…-En su rostro se dibujo un gesto de dolor.
El sabia que ya no me amaba, mientras yo seguía mendigando su amor.
-Tu sabes lo que siento…-Aun lloraba yo
-Si, por eso pienso acabar con esto, por que aun te amo.- Me acerque a su rostro y con una mano helada le sostuve la mejilla. Senti un coro de angeles al contacto de nuestros labios. Él se separo rápidamente y analizo lo sucedido.
-No puedo, yo ya no puedo , tengo una familia.-murmuro
-Por favor Paul, solo eso necesito, un beso. Te aseguro que después no me veras jamás.
Accedió y nos besamos de nuevo. Sus labios estaban fríos, pero los sentí tan suaves y deseables como nuestro primer beso. Sus mejillas sonrosadas y su aliento humeante con un leve sabor a cigarrillo, su lengua cuidadosa y amable, su mentón afilado que chocaba con el mío, y su pequeña nariz que acariciaba mi rostro.
Nos separamos y sentí como el dolor me volvió a invadir .Lo mire a esos grandes ojos azabache y me aleje de el, dejando un rastro de huellas detrás mío.
Dosdiasdespues…
Cogió el periódico, pero no lo leyó, solo disimulaba leerlo. Pensaba en ese momento, no podía ser que le hubiese gustado, se había sentido vivo cuando ella estuvo con el, había podido sentir esas mariposillas en el estomago y ese puto temblor de rodillas al sentirla cerca.
Cuando por fin se digno a leer el periódico, el titular era grande y resaltable: “Mujer se suicida la noche de navidad mientras dejaba nota de Amor”. Su ojos se movieron agiles a cada letra, buscando una pista, una manera de saber que no era ella la que había cometido tal estupidez, sabia que ella no era así, que ella no seria capaz.
Pero, después de varias palabras: “la presunta suicida se llamaba…” encontró su nombre, subrayado y en mayúsculas. Sus lágrimas empezaron a brotar. Agradecía que Linda ni los Niños estuvieran allí, estaban de visita en casa de una pariente.
Descubrió que su dolor era tan grande que decidió acabar con su vida de un tiro, uno certero, en el corazón. Recordó en estilo Flashback los momentos juntos, la vez que hicieron el amor por primera vez, como solían reír juntos al ver a John diciendo bromas tontas, como lo ayudaba ella a escribir canciones. Cerró los ojos y los volvió a abrir, para descubrir que su periódico estaba empapado en lágrimas. En ese estúpido periódico amarillista salía la carta escrita por ella. La que habían hallado salpicada de sangre, con un pequeño anillo sobre ella, el mismo anillo de la promesa.
“Para mi Paul,
Dirás que soy cobarde, que he cambiado mi rumbo que ya no soy la misma; pero no me importara, al fin pude descansar. Solo eres consciente del dolor del rechazo cuando te sucede, cuando dices te he extrañado, pero no recibes uno igual de vuelta
Perdóname si he querido estar contigo, si he deseado más de lo que puedo tener, si he elegido este camino para continuar. Quizás, si me hubieses amado todo seria diferente, pero nunca fue así; por eso, me arrepiento de llorar, de sufrir, sabiendo que hay caminos mas fáciles, caminos en los que solo me basta decir te amo al aire, sin que nadie escuche y desplomarte en el suelo frio.
Moriré con tus ojos en mi mente, tu beso, tu ultimo beso; moriré con la certeza de saber que disfrute de tu cariño una ultima vez, aunque solo fuese por lastima. Moriré con las palabras que siempre te dije y seguiré diciendo hasta el final de mis días, hasta el último momento: Te amo Paul.
Siempre Tuya…

No hay comentarios:

Publicar un comentario